Los matemáticos habían estado trabajando con números y letras (algebra) durante siglos pero no vislumbraron en el horizonte el concepto de función hasta que entró en sus vidas el cálculo diferencial de la mano de Newton y Leibniz. Fue este último quien más avanzó en el desarrollo de este concepto creando expresiones como variable o función. No obstante la moderna expresión f(x) se cree que fue utilizada por primera vez por Clairet y por Euler. Pero fue Lejeune Dirichlet quien introdujo el moderno concepto de función, es decir, "Una correspondencia entre dos conjuntos de números que asocia a todo número del conjunto primero un único del segundo"
En este caso x sería la variable independiente, la que en teoría puede tomar cualquier valor e y la dependiente, es decir no puede tomar cualquier valor, sino el que le marque la función. Veamos un ejemplo con y=x+4. Como los valores de y dependen de los que escojamos para x, por eso se le llama variable dependiente.
También se suele esquematizar una función como una máquina en la que entra un número y sale otro.
En este caso, los valores de x entran por un extremo y por el otro salen los valores de y o como se han llamado aquí f(x):
Esta es una forma de ver las funciones, pero en el colegio nos enseñaron otra mucho más útil y práctica:
En este caso, los valores de x entran por un extremo y por el otro salen los valores de y o como se han llamado aquí f(x):
Esta es una forma de ver las funciones, pero en el colegio nos enseñaron otra mucho más útil y práctica:
Vemos que si en la máquina introducimos x=0, esta nos devuelve y=-2, por lo tanto la gráfica (línea roja) la podemos asimilar a la máquina en la que introducimos unos valores x y nos devuelve unos valores y.
Generalmente siempre nos paramos aquí, en hacer la gráfica y ver lo bonita que queda o lo que nos ha costado dibujarla, pero lo que realmente está sucediendo es que esa función f(x) lo que hace es transformar la recta real en otra recta a una escala diferente, a lo mejor lo vemos mejor así (para esta misma función):
Si ahora representamos como se transforma una rejilla (el equivalente a la figura A (naranja) de la ilustración anterior) en otra figura al aplicarle la función f(z) de elevar al cuadrado un número complejo, comprenderemos que no podemos representar a la vez en un mismo plano el argumento (variable independiente) y el valor de la función, pues el lio de lineas sería monumental.
La figura de la izquierda representa los puntos que vamos a introducir en la función f(z) y la figura de la derecha la salida, es decir tras elevar todos los puntos al cuadrado. Podemos observar que lo que hace esta función es transformar cuadrados de lados rectos en cuadrados de lados parabólicos.
Resumiendo:
En esta entrada hemos visto lo que es una función f(x) cuando actúa en la recta de los números reales o una función f(z) cuando actúa sobre el plano complejo. También se ha explicado que la salida de f(x) es una recta distinta a la de entrada y que f(z) hace algo igual pero respecto al plano. Es muy importante, por tanto, entender la diferencia entre ambos tipos de funciones pues f(x) actúa en una dimensión y f(z) en dos dimensiones.
Generalmente siempre nos paramos aquí, en hacer la gráfica y ver lo bonita que queda o lo que nos ha costado dibujarla, pero lo que realmente está sucediendo es que esa función f(x) lo que hace es transformar la recta real en otra recta a una escala diferente, a lo mejor lo vemos mejor así (para esta misma función):
Los puntos suspensivos del dibujo indican que la recta se extiende hasta el infinito.
Si observamos atentamente, la nueva recta creada empieza empieza en -2 (porque y nunca vale menos de -2) y se prolonga hacia infinito, estando los valores más separados, como si estuvieran escalados, aunque esta última afirmación podría ser un poco conflictiva si pensamos que existen infinitos reales, pero para nuestro caso, altamente intuitivo, sirve, porque nos permite verlo todo más claro.
En resumen, f(x) nos ha convertido la recta superior que se extendía desde -∞ hasta +∞ en una recta escalada (con los números más separados) y que se extiende desde -2 hasta +∞.
Desde esta nueva perspectiva puede que sea más sencillo pensar ahora en las funciones de variable compleja.
Como vimos en la entrada anterior, un número complejo z está formado por una parte real y otra imaginaria z=x+iy, donde z se representa como un punto en un plano con coordenadas x e y, que para los complejos denominamos Re (parte real x) y Im (parte imaginaria y), por lo tanto una función de un número complejo f(z) en vez de transformar una recta en otra como hemos visto, lo que hace es transformar un plano en otro plano.
Como vemos en la figura, la función f mueve el punto de la posición z a la posición w, por lo transformaría una figura en otra. En este caso se hace muy difícil dibujar la gráfica que define a f(z) pues sería algo así como una figura en tres dimensiones que uniera todos los puntos de la figura A (naranja) con los puntos de la figura B (azul). A lo mejor con un ejemplo más concreto podemos entenderlo.
Imaginemos que nuestra función f(z) es elevar al cuadrado un número complejo:
La figura de la izquierda representa los puntos que vamos a introducir en la función f(z) y la figura de la derecha la salida, es decir tras elevar todos los puntos al cuadrado. Podemos observar que lo que hace esta función es transformar cuadrados de lados rectos en cuadrados de lados parabólicos.
Resumiendo:
En esta entrada hemos visto lo que es una función f(x) cuando actúa en la recta de los números reales o una función f(z) cuando actúa sobre el plano complejo. También se ha explicado que la salida de f(x) es una recta distinta a la de entrada y que f(z) hace algo igual pero respecto al plano. Es muy importante, por tanto, entender la diferencia entre ambos tipos de funciones pues f(x) actúa en una dimensión y f(z) en dos dimensiones.